Un resumen sobre los arquetipos que describió el psicólogo C.G. Jung.
Es conocido el interés con el que los primeros
psicoanalistas intentaron retratar los mecanismos por los que el
inconsciente afecta en nuestra manera de pensar y actuar. Estas
explicaciones suelen centrarse en los individuos y, en el caso de la teoría de
Sigmund Freud, servían para explicar la naturaleza de ciertas patologías mentales.
Sin embargo, hubo un investigador que se esforzó por ir
mucho más allá de las funciones fisiológicas que explican el comportamiento del
individuo. Carl Gustav Jung transportó el psicoanálisis a un plano en el
que los fenómenos ancestrales que se producen a nivel colectivo en las
diferentes culturas y sociedades dan forma a nuestra manera de ser. Y lo hizo a
través de un concepto llamado "arquetipo".
¿Cómo se originó la idea?
Jung creía que para entender el inconsciente debía de
llevarse su teorización a un terreno que trascendiera las funciones de un
organismo (en este caso, el cuerpo humano). Por eso, desde la teoría de Carl
Jung se entiende "lo inconsciente" que habita en nosotros como una
composición de aspectos individuales y colectivos. Esta parte secreta de
nuestra mente tiene, por así decirlo, un componente heredado culturalmente, una
matriz mental que da forma a nuestra manera de percibir e interpretar las
experiencias que nos ocurren como individuos.
Los arquetipos y el inconsciente colectivo
Los arquetipos son la forma que le es dada a algunas
experiencias y recuerdos de nuestros primeros antepasados, según Jung. Esto implica
que no nos desarrollamos de manera aislada al resto de la sociedad, sino que el
contexto cultural nos influye en lo más íntimo, transmitiéndonos esquemas
de pensamiento y de experimentación de la realidad que son heredados.
Sin embargo, si centramos la mirada en el individuo, los
arquetipos pasan a ser patrones emocionales y de conducta que tallan
nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones como un todo
con sentido. De alguna manera, para Jung los arquetipos se acumulan en el fondo
de nuestro inconsciente colectivo para formar un molde que le da significado a
lo que nos pasa.
Los símbolos y mitos que parecen estar en
todas las culturas conocidas son para Carl Gustav Jung una señal de que todas
las sociedades humanas piensa y actúa a partir de una base cognitiva y
emocional que no depende le las experiencias propias de cada persona ni de sus
diferencias individuales que le vienen de nacimiento. De este modo, la propia
existencia de los arquetipos sería una evidencia de que existe un inconsciente
colectivo que actúa sobre los individuos a la vez que lo hace la parte del
inconsciente que es personal.
¿Cómo se expresan los arquetipos?
Los arquetipos de Jung son, de alguna forma, patrones
de imágenes y símbolos recurrentes que aparecen bajo diferentes formas en todas
las culturas y que tienen una vertiente que se hereda de generación en
generación. Un arquetipo es una pieza que da forma a una parte de este
inconsciente colectivo que es en parcialmente heredado.
Por definición, dice Jung, estas imágenes son
universales y pueden ser reconocidas tanto en manifestaciones
culturales de distintas sociedades como en el habla, el comportamiento de las
personas y, por supuesto, en sus sueños. Esto significa que pueden localizarse
y aislarse en todo tipo de productos del ser humano, ya que la cultura afecta a
todo lo que hacemos incluso sin darnos cuenta.
Los arquetipos junguianos son, para ciertos psicoanalistas,
aquello que hace que ciertos roles y funciones aparezcan en productos de la
cultura tan distintos como La Odisea y la película Matrix.
Por supuesto, la existencia de los arquetipos va mucho más allá de la crítica
del arte y habitualmente es utilizada por algunos terapeutas para detectar
conflictos internos entre el inconsciente y la parte consciente de la mente.
¿Existen tipos de arquetipos?
Sí, hay ciertas formas de clasificar los distintos
arquetipos. Por ejemplo, existen eventos arquetípicos como el nacimiento o
la muerte, temas arquetípicos como la creación o la venganza, y figuras
arquetípicas, como el viejo sabio, la virgen, etc.
Algunos ejemplos de arquetipos
Algunos de los principales arquetipos son los que enumeramos
a continuación:
1. Ánimus y Ánima
El Ánimus es la vertiente masculina de la
personalidad femenina, y el Ánima es el arquetipo de lo femenino en la
mente del hombre. Ambas están relacionadas con las ideas que sea asocian a los roles
de género.
2. La Madre
Para Jung, el arquetipo de la Madre nos permite
detectar conductas e imágenes relacionadas con la maternidad tal y como la han
ido experimentando nuestros ancestros.
3. El Padre
El arquetipo del Padre representa para Jung una
figura de autoridad que ofrece una guía sobre cómo vivir la vida basándose en
su ejemplo.
4. La Persona
El arquetipo de la Persona representa la vertiente de
nosotros mismos que queremos compartir con los demás, es decir, nuestra imagen
pública.
5. La Sombra
Al contrario de lo que pasa con la Persona, la Sombra
representa todo aquello de nosotros mismos que queremos que permanezca en
secreto, porque es moralmente reprobable o porque es demasiado íntimo.
6. El Héroe
El Héroe es una figura de poder que se caracteriza
por luchar contra la Sombra, es decir, que mantiene a raya todo aquello que no
debe invadir la esfera social para que el conjunto no se vea perjudicado.
Además, el Héroe es ignorante, ya que su determinación le lleva a no pararse a
reflexionar continuamente acerca de la naturaleza de lo que combate.
7. El Sabio
Su papel es revelarle al Héroe el inconsciente colectivo. De
algún modo, el arquetipo que recibe el nombre del Sabio arroja luz sobre
la senda del Héroe.
8. El Trickster
El arquetipo del Trickster, o el embaucador, es el
que introduce las bromas y la violación de las normas preestablecidas para
mostrar hasta qué punto las leyes que explican las cosas son vulnerables. Pone
trampas y paradojas en la senda del Héroe.
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