miércoles, 24 de junio de 2020

¿EGREGORAS VAMPIRAS ENERGÉTICAS? ¿QUÉ SON Y CÓMO AFECTAN?






¿QUÉ SON Y CÓMO AFECTAN LOS EGREGORES?

Fuente:
Los egregores son pensamientos fuertemente proyectados, están regidos por la ley del mentalismo. Éstos egregores emanan una corriente magnética como un rayo de luz.
¿Qué es un egregor?

Los pensamientos son energías que se acumulan en nuestros cuerpos y otra parte de ellos se expande y sale a la atmósfera. Son cuerpo, tienen masa y al salir de nuestro cuerpo mental adquieren vida, personalidad, son una entidad que entra a funcionar según la dirección que les hemos dado, nuestro cuerpo humano no está capacitado para ver a simple vista estas energías, sin embargo, sí las sentimos y nos afectan, ya sea de forma positiva o negativa.

Existen dos tipos de pensamientos: Negativos y positivos.
Pensamientos negativos: Son opacos, de bajas sobras tonalidades, afectan adversamente al pensador y a todos aquellos a quienes van dirigidos, rodean al individuo que los emitió en una atmósfera siniestra, pesada, que entorpece su evolución ascensorial en todo orden, lo vuelven una persona desagradable, antipática, indeseable, da a su fisionomía una expresión amarga, lo afea, aleja de si los afectos, lo hace neurasténico crónico, así se crea lo que llamamos Egregor negativos, sembrándole cada vez nuevos pensamientos depresivos que lo van envenenado.
Pensamientos Positivos: Siembran en nuestro subconsciente un semillero maravilloso, con vibraciones luminosas que salen de nuestro cuerpo mental estimulándolas en sentido positivo. Nos proporciona, salud, belleza, energía, etc.

Al descargar esta energía se convierte en materia, “Egregores”. Muy importante es saber que con la mente gobernamos las células de nuestro cuerpo. Lo que ocurre en nuestro cuerpo mental es un espejo: “tal como piensas, así eres”. Tanto el valor como el miedo son actitudes mentales.

La mente crea, tiene el poder creador, vivimos en un Universo mental, creado por el Omnisciente, todo lo que el hombre va descubriendo y trayendo a realización ya existe en potencia en la Mente Divina.


La función de la mente es pensar, recibe la idea, esa mente estimula el campo emocional, nace el deseo de traerla a la manifestación, así el campo o cuerpo emocional, estimula a su vez al campo de la voluntad y lleva al cuerpo físico a la acción, para traer a realización la idea y plasmarla en algo tangible. La mente gobierna las células de nuestro cuerpo y nada hay más obediente que la materia.
Ejemplo clásico de un egregor negativo y cómo afecta

Alguien nos hizo, como se dice vulgarmente una canallada, cuando se recibe lógicamente nos indignamos y nuestra mente comenzamos a emitir pensamientos de ira, de despecho, de venganza y hasta lo expresamos con palabras, en este momento sale de nuestro cuerpo mental una carga electrónica (en la ciencia existe el electroencefalograma: aparato que registra en una cinta que al pensar emitimos ondas eléctricas) esa carga electrónica fue de carácter negativo y salió hacia el espacio donde se encontró con otras cargas afines, es decir, con ondas electrónicas similares, pensamientos de odio, de tristeza, decepcionantes, etc. emitidos por otras personas y por simpatía se unió a ellas.

Estas fuerzas electrónicas negativas lanzadas al espacio inconscientemente, toma cuerpo y fabrica un ente de condición negativa, cargado de mala intención, de tristeza, de dolor, de odio, de todo orden negativo.


Por correspondencia, este ente pertenece a quienes lo fabricaron y periódicamente regresa a ellos y les “recuerda” frecuentemente qué los hirió, acomplejó, etc., entonces se convierte en “un recuerdo” y se vuelve a sentir exactamente lo mismo que en un principio y hasta más poderoso porque el egregor se fortalece, crece a tu costa y cada vez te domina más, haciéndote tan fuerte que lleva al individuo hasta la locura o al suicidio, y este mismo mal lo esta recibiendo también miles de personas débiles quienes están bajo esta influencia de condiciones iguales, así se forma una conciencia colectiva de tristeza, miedo, depresión y derrota.


De esta manera contribuimos con nuestra cuota mental al bien o al mal. Por otro lado, ésta influencia de conciencia colectiva negativa, afecta de igual manera a nuestra Madre Tierra, pues éstas energías se concentran en su atmósfera y de alguna manera se manifiesta, en guerras, terremotos, desastres naturales, etc. Cuando pasa, no comprendemos que nosotros hemos contribuido a crear este tipo de fenómenos y luego preguntamos ¿porqué? o echamos culpas a diestra y siniestra.


Otro efecto del egregor negativo es que vamos creando rencores y los vamos arrastrando en nuestro cuerpo etérico por centenares de vidas, que a veces se manifiestan en enfermedades físicas y mentales.
Recomendaciones:

Aprende a aquietarte, a comprender las situaciones, a mejorarlas y a evolucionar espiritualmente, una herramienta poderosa es la meditación.

Cuando la pongas en práctica constante y conscientemente te liberará, te perdonarás, así como a la persona que te agravió, con ésto ya no creas más estos egregores negativos, y si vuelves a caer, concientizate inmediatamente de ello y transmútalo, hasta que llegues a dominar bien tus pensamientos y emociones. Solo tú eres dueño/a de tu espacio interior





jueves, 18 de junio de 2020

La Telequínesis es REAL Documentos Desclasificados de la CIA







Fuente:
 
Universe Inside You Español




Cómo desarrollar la telequinesis



          Si bien no existe evidencia concreta de que la telequinesis existe o se puede aprender, no hace daño intentarlo. Si quieres descubrirlo tú mismo, medita para disciplinar tu mente y practica la visualización de objetos. Cuando puedas despejar tu mente y visualizar cada detalle de un objeto, concéntrate en tu conexión con él. Concéntrate claramente en cómo te gustaría que se mueva, y extiende tu intención al mismo. La práctica hace al maestro, así que ten paciencia y trabaja para perfeccionar tus habilidades todos los días.

Enfoca tus pensamientos



1  Cree que la telequinesis es posible. No lograrás ningún resultado si tratas de realizar la telequinesis con una mente escéptica y cerrada. Si te dices a ti mismo que no pasará nada, incluso en un nivel subconsciente, te demostrarás que estás en lo cierto. Entonces, tu punto de partida debe ser convencerte a ti mismo que es posible mover objetos con tu mente.

   · No existe ninguna evidencia de que la telequinesis es posible, pero tampoco hay alguna prueba que niegue su existencia.




2   Medita todos los días para mejorar tu disciplina mental. Utiliza prendas de vestir holgadas, siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Respira profundamente a medida que cuentas hasta 4, mantén la respiración durante 4 segundos más, y luego cuenta hasta 8 a medida que exhalas. Presta atención a tus pensamientos mientras controlas tu respiración e imagina que cada pensamiento es como una estrella en el cielo.

   · A medida que exhalas, imagina que las estrellas se desvanecen, a excepción de un solo sol, que cada vez se vuelve más y más brillante. Los pensamientos aleatorios y pasajeros se silenciarán cuando tu mente se enfoque en la única estrella que brilla.

   · Continúa controlando tu respiración y, sin tensarte, concéntrate en enfocar tu mente en un solo pensamiento.

   · La mayoría de las personas están acostumbradas a hacer 50 cosas al mismo tiempo, así que sé paciente. Es posible que tome tiempo perfeccionar tu destreza mental y enfocar tu mente en un solo pensamiento.





3   Practica la visualización de objetos con tanto detalle como sea posible. Empieza por observar un objeto pequeño alrededor tuyo, como una manzana o una taza. Trata de conservar cada una de sus características en tu memoria. Cuando sientas que conoces y comprendes el objeto, cierra los ojos y míralo en el ojo de tu mente tan claro como puedas.[4]

   · Trata de visualizar su forma, sus matices de color, cuán duro o suave es, su aroma, y otros detalles pequeños. Practica visualizar a medida que meditas. Controla tu respiración, despeja tu mente y concéntrate en un solo objeto.

   · A medida que practiques, trata de visualizar gradualmente objetos más complejos. Sube de nivel hasta que puedas visualizar escenarios completos, como tu habitación. Mírate a ti mismo sentado entre todos los objetos tan claramente como sea posible.

4   Sé paciente y continúa practicando. La telequinesis requiere que estés completa y verdaderamente en el momento. Tu mente no puede divagar y tus pensamientos no pueden desviarse. Tomará tiempo lograr este grado de disciplina mental, así que practica la meditación y la visualización todos los días.[5]

   · Con la práctica, te darás cuenta de que se volverá más fácil despejar tus pensamientos, enfocar tu atención y visualizar claramente los objetos. Una vez que hayas entrenado a tu mente, puedes empezar a tratar de alcanzar objetos con tus pensamientos.


Fuente:



lunes, 15 de junio de 2020

Las emociones


Qué son las emociones

   Las emociones son respuestas o reacciones fisiológicas que genera nuestro cuerpo ante cambios que se producen en nuestro entorno o en nosotros mismos. Estos cambios se basan en experiencias que a su vez dependen de percepciones, actitudes, creencias sobre el mundo; que usamos para percibir y valorar una situación concreta. Dependiendo, por ello, de nuestras experiencias, reaccionaremos de una forma u otra ante situaciones similares. La respuesta emocional son estímulos rápidos e impulsivos que valoran lo que está ocurriendo y nos informan de qué significado tiene para nosotros eso.

   Para resumir (y como no me gusta mucho la teoría) podemos decir que las emociones son respuestas que nuestro cuerpo nos da ante situaciones que ocurren a nuestro alrededor, pudiendo ser entre los demás, de los demás hacia nosotros o de nosotros con nosotros mismos. Estas emociones son información sobre cómo debemos actuar ante lo que ocurre para darnos lo que nuestro cuerpo considera que necesitamos. Cuanto mejor las conozcamos mejor Inteligencia Emocional tendremos y más felices estaremos, porque sabremos darnos lo que necesitamos en cada momento. Identificarlas bien también nos hará más fácil la tarea de transmitir una educación emocional a nuestros hijos que les ayude a crecer con una autoestima y confianza en sí mismos fuertes.

   La PNL (Programación Neurolingüística) afirma que las emociones siempre aparecen tras los pensamientos y que dan lugar a acciones que suponen unos resultados.

Pensamiento => Emociones => Acción => Resultado

   Según esta teoría si no estamos consiguiendo lo que deseamos es un problema en nuestra forma de pensar y que si cambiamos la forma de pensar conseguiremos resultados diferentes.

Para qué sirven las emociones

   Las emociones, como veíamos, son portadoras de información que nos van a decir qué es lo que necesitamos ante las diferentes situaciones que ocurren en nuestra vida. Las emociones (siempre que sean primarias) van a ser verdaderas y tendrán más razón que lo que probablemente estemos pensando nosotros. Así que en esos momentos en los que pensamos una cosa, pero sentimos otra, seguir a lo que nuestro cuerpo nos dice seguramente tenga mejores resultados que hacer caso a la razón.

   Las emociones, por tanto, sirven para saber en cada situación, entorno o personas con las que esté, qué es lo que necesito para poder dármelo y estar satisfecho y feliz conmigo mismo.

Cómo pueden ayudarnos las emociones

Las emociones pueden ayudarnos en diferentes aspectos:

  • A conocernos mejor: cuanto mejor conozca las respuestas de mi cuerpo relacionadas con las emociones, mejor sabré qué emoción es la que estoy sintiendo y qué me está diciendo. Al principio puede costar identificarlas pero con tiempo, trabajo y un diario emocional, no tardaremos en saber cuál es cuál.
  • Saber lo que necesitamos: unas veces reaccionaremos con una emoción y otras con otra, pero lo bueno de conocerlas es que sabremos identificar el significado de esas emociones, lo que nos quieren decir y la necesidad que hay detrás.
  • Gestionarlas y darme lo que necesito: una vez sepamos la emoción que es y lo que nos quiere decir, ya solo necesitaremos hacer, decir o pensar lo que nos pide, para manejar esa emoción y conseguir aquello que nos está solicitando.
  • Las emociones también nos van a ayudar a descubrir recuerdos anclados a un sentimiento que me siguen haciendo mal hasta el día de hoy (lo veremos cuando expliquemos las emociones no saludables).
  • El conocimiento y control de emociones aumentarán nuestra autoestima.
  • Nos van a ayudar a saber si las cosas que hago en mi día a día me gustan de verdad, si el trabajo que realizo me llena o lo hago por rutina, etc.
  • Al fin y al cabo, las emociones nos van a ayudar a ser más felices con nosotros mismos y con los que nos rodean. 
Tipos de emociones

   Cuando hablamos de tipos de emociones vamos a hacer dos clasificaciones, una general en la que vamos a distinguir emociones primarias y secundarias, y luego en las primarias diferenciaremos a su vez entre saludables y no saludables. Hay personas que diferencian entre emociones positivas y emociones negativas, pero nosotros no usaremos esa nomenclatura ya que podrá haber algunas que nos gusten más (agradables) y otras menos (desagradables), pero siempre nos darán información y serán útiles para conocernos mejor, así que evitaremos el nombrarlas como positivas o negativas.

Emociones primarias

   Las emociones primarias son las emociones básicas, las que sentimos en el fondo y las que definen verdaderamente lo que sentimos. Cuando siento que estoy triste y que no hay ninguna otra emoción detrás, entonces hablamos de primarias, pero, a veces, puede que haya algo escondido detrás que puede que a primera vista no fuéramos muy conscientes de ello. Y aquí es donde entran las emociones secundarias.

Emociones saludables y no saludables

   Dentro de las emociones primarias podemos diferencias emocionessaludables” o “adaptativas” y emociones “no saludables “o “desadaptativas”.

   Las primeras son respuestas que genera tu cuerpo ante situaciones que están ocurriendo en ese momento y que piden cubrir una necesidad (el enfado porque han superado tus límites o los de otra persona, el miedo por la existencia de una amenaza; la tristeza ante la pérdida de alguien o algo…) y por tanto hay que escucharlas e intentar en la medida de lo posible satisfacerlas.

   Cuando detectamos emociones saludables los mensajes o necesidades que estas nos traen son los siguientes:

  • El enfado te dice que tus límites han sido sobrepasados o que no te están dando lo que solicitas.
  • La tristeza te dice que has perdido algo importante o que tu necesidad de amor y afecto no está atendida.
  • El miedo te dice que estás en peligro o que no estás seguro.
  • La sorpresa que existe algo nuevo, que merece la pena investigar.
  • El asco te dice que lo que estás experienciando es malo para ti.
  • La alegría que has alcanzado una meta o que ha ocurrido algo beneficioso para ti.
   Estas emociones adaptativas que traen este tipo de información servirán para poder gestionarlas y saberte dar lo que están reclamando para satisfacer las necesidades requeridas:

  • Enfado para establecer y proteger tus límites.
  • Tristeza para llorar o refugiarte.
  • Miedo para huir o atacar.
  • Sorpresa para indagar en lo acontecido.
  • Asco para expulsar.
  • Alegría para disfrutar de lo ocurrido.
   Las emociones desadaptativas son respuesta, a malestares crónicos enquistados durante años (normalmente largos períodos de tiempo), que siguen siendo emociones primarias que corresponden a tu verdadero ser, pero de alguna forma no se gestionaron bien y se han quedado latentes. De vez en cuando, sin saber muy bien por qué, surgen sin que seamos casi conscientes de ello. Por eso estas emociones no son saludables, ya que son respuestas a acontecimientos vividos en el pasado, en lugar de respuestas a lo que ocurre en este momento (como las anteriores adaptativas). Este tipo de emociones necesitan ser gestionadas de forma diferente, ya que en este caso lo principal es aceptarlas, comprenderlas y cambiarlas.

¿Cómo saber si tu emoción es no saludable o desadaptativa?

   Tu emoción es desadaptativa cuando es un sentimiento antiguo que es recurrente a lo largo del tiempo, las situaciones y las relaciones. Es como un viejo amigo que nunca se va y no te deja mejor de lo que estabas. Es un sentimiento que lo vives con tanta frecuencia que parece saludable, pero no lo es. Algunos ejemplos de emociones primarias desadaptativas que puedes tener son: la sensación de ser víctima, sentirte que no existes, que estás solo, que no vales nada, la gran sensación de humillación que te genera cualquier mínimo desaire, o esa recurrente sensación de devastación al recibir una crítica, aunque la crítica sea constructiva o de poca importancia. Una sensación central de vergüenza, de inseguridad, de falta de valía o de no sentirse amado o merecedor de amor que parece que siempre está ahí.

   Estos sentimientos están relacionados con unas imágenes muy básicas sobre nosotros mismos. Se relacionan o bien con sentimientos de no ser valioso y sentirse un fracaso, una sensación de “yo no valgo”; o bien con sentirse frágil, inseguro e incapaz de mantenerse sin apoyo externo, una sensación de “yo soy débil”; o con sentirse una mala persona, “yo soy malo”. Para cambiarlos tenemos que localizar e indagar en la visión que tenemos de nosotros mismos, para sanar ese defecto y así comenzar a construir una nueva sensación e imagen de nosotros mismos más fuertes y valoradas.

   Como pequeño resumen, para decidir si la emoción primaria es saludable o no, tenemos que preguntarnos:

  • «¿Esto que estoy sintiendo es una respuesta a otras experiencias pasadas, en vez de ser, principalmente, una respuesta a lo que está ocurriendo en este momento?»
  • «¿Existe un patrón de sentimiento de malestar recurrente?»
  • «¿Es un sentimiento familiar de estar atascado?»
   Si la respuesta a estas preguntas es SÍ, entonces se trata, probablemente, de un sentimiento que no es saludable.

Emociones secundarias

   Las emociones secundarias son emociones defensivas que esconden u oscurecen nuestro sentimiento verdadero o primario. Dependiendo de la emoción será más difícil detectarla como secundaria, ya que a veces la emoción verdadera se oculta muy profundo. En algunas ocasiones las emociones secundarias ocultan las primarias para “protegerte” de ellas debido a nuestras creencias limitantes, por ejemplo: los hombres que han crecido escuchando que los hombres no pueden llorar suelen mostrar enfado cuando están tristes. Las mujeres que han crecido escuchando que tienen que ser sumisas expresarán tristeza o llanto cada vez que se enfaden.

   Para entender mejor este tipo de emociones secundarias, Jorge Bucay tiene un cuento en el que lo explica muy bien, el cuento de la tristeza y la furia.



Emociones instrumentales

   Existe otro tipo de emociones que yo personalmente las clasificaría dentro de las secundarias o un tipo de ellas, que son las emociones instrumentales. Este tipo de emociones que se usan para obtener algo con un punto en la otra persona de influencia y a veces de manipulación. Ejemplos cercanos suelen ser la persona que siempre parece que está triste apiadándose de ella, mostrando que está triste cuando en realidad está buscando atención. Un ejemplo muy bueno es cuando tu hijo va a hacer algo peligroso y tú le gritas enfadado para que no lo haga, en esa situación tu emoción primaria es de miedo porque le pueda ocurrir algo pero en lugar de expresar esa emoción, expresas enfado para conseguir que el niño no haga lo que iba a hacer.

   Este tipo de emociones a veces son complicadas de detectar (incluso usando un diario emocional) ya que algunas se han convertido en parte natural de tu comunicación que parece innato en ti. También resulta interesante comentar aquí, que bien utilizadas, este tipo de emociones podrían formar parte de nuestro abanico de habilidades sociales, pero existe un peligro, ya que mal utilizadas podrían formar parte de tipos de comunicación manipulativas.

Emociones básicas

   Cuando hablamos de emociones, existen un sinfín de ellas que vivimos cada día en diferentes situaciones. Es interesante saber que hay estudios que definen una lista de emociones de 6 que definen como básicas, es decir, que toda persona tiene únicamente por ser un ser humano.

   Paul Ekman, fue un psicólogo que pasó gran parte de su vida estudiando las emociones básicas y las expresiones que estas emociones generaban en nuestras caras. Ekman localizó una tribu que jamás había estado en contacto con la sociedad tal y como la conocemos hoy, para así tener una muestra aislada de posibles factores que hubieran podido crear otras emociones que no pertenecieran a ellos de forma natural. Este psicólogo concluyó que existen 6 emociones básicas que corresponden con expresiones biológicas universales de la especie humana: ira, tristeza, miedo, sorpresa, asco y alegría.

   A continuación, hablaremos por encima de las tres emociones que más nos suelen interesar, por ser las que más dolores de cabeza nos generan: la tristeza, el miedo y el enfado

La emoción de la tristeza

   La tristeza aparece en diferentes circunstancias: aparece por el distanciamiento, la separación o la pérdida del vínculo. Cuando nos sentimos que nos dejan de lado, que no pertenecemos a un grupo o que nos sentimos olvidados. Aparece cuando no somos capaces de expresar o comunicar nuestros verdaderos sentimientos. También puede surgir por desengaños, al sentirnos defraudados o al perder la esperanza, cuando fracasamos intentando alcanzar algún logro importante y cuando perdemos la autoestima. Y por supuesto la tristeza también aparece cuando perdemos a un ser querido.

   La tristeza nos va a hacer que busquemos a otros para consolarnos o buscar la soledad para recuperarnos de esa pérdida.

   Esta emoción cuando es primaria y saludable, es útil y puede ayudarnos a enfrentarnos al dolor, pasar el duelo correspondiente y superarlo. Cuando no es saludable, hablamos de una tristeza enquistada que hay que trabajar para volver a sentirnos mejor con nosotros mismos. Cuando esta emoción es secundaria hay que tener cuidado con la depresión.

La emoción del miedo

   El miedo es la sensación de angustia que se genera ante la percepción de una amenaza. Esta emoción siempre va a depender de nuestras experiencias y de los recursos que tengamos (o pensamos que tengamos) para evaluar si esa situación es amenazante en sí o no.

   El miedo, en su forma más básica tiene que ver con la existencia y podemos tener dos tipos de miedo, el miedo a la vida y el miedo a la muerte.

   Como emoción primaria y saludable el miedo está orientado a escapar del peligro, cuando aparece como desadaptativa, analizar a nuestro niño interior que puede que siga teniendo miedo por algo ocurrido en el pasado en su familia, será útil e interesante.

   Cuando surge como emoción secundaria suele ser un miedo a que nuestra emoción principal pueda dañar la relación con otra persona.

La emoción del enfado

    El detonante o el origen universal de la emoción del enfado se encuentra en la sensación de hallarse amenazado (de ahí que se relacione con el miedo) de forma física, a nuestra autoestima o a nuestro amor propio, a nuestros límites o frustrado en conseguir un determinado objetivo. Esta emoción activa dos diferentes tipos de respuesta: la lucha o la huida.

    Cuando es primario y adaptativo hay que escuchar a la emoción a ver qué nos dice y actuar en consecuencia a ser posible con asertividad. Si es no saludable (un enfado crónico), el objetivo será acceder a ese esquema emocional desadaptativo e identificar lo ocurrido y la necesidad que existe detrás. Cuando es secundario suele haber emociones como el miedo o la tristeza escondidos que se suelen descargar a través del enfado.

    A continuación, hablaremos sobre las dos emociones que más bienestar nos suelen dar: la alegría y el amor. Y lo que haremos será diferenciarlas con dos compañeras suyas que nos suelen confundir: la felicidad y el apego.



La emoción de la alegría: Alegría vs Felicidad

   Mucha gente habla de la alegría y de la felicidad como dos cosas distintas y aunque (como ya he dicho en anteriores ocasiones), la teoría da igual siempre que la práctica sea efectiva, voy a hacer un pequeño inciso para dar mi opinión. Ya que esto creo que es un tema muy debatible y opinable:

  • Podríamos decir que la alegría es algo generado por algún hecho determinado, algo más o menos puntual en el tiempo que puede durar unas horas, pero que no deja de ser específico en la línea de tiempo.
  • La felicidad es un estado de ánimo persistente en el tiempo, es una consecuencia del desarrollo de tu vida y de cómo eso te hace sentir cuando evalúas cómo estás llevando tu vida.
   Para ejemplificar esto, digamos que una misma persona no puede estar alegre y enfadada a la vez, sin embargo, el enfado sí se puede dar mientras eres feliz. Ejemplo: un padre se enfada con su hijo porque no quiere aceptar una decisión. El padre se siente feliz, aunque esté enfadado, porque su hijo ha sido capaz de cuestionar las órdenes de su padre de forma razonada.

La emoción o sentimiento del Amor: Amor vs Apego

   Cuando hablamos del amor, el cual no vamos a definir aquí porque para cada persona es un mundo cuando hablamos del amor (aunque quizás algún día haga un estudio preguntándoos qué es el amor para cada uno de vosotros), existe un sentimiento que puede confundirnos con él y que puede ser muy perjudicial, aunque ni si quiera nos demos cuenta conscientemente: el apego.

¿Qué es el apego?

   El apego, dependencia o desamor se confunde muchas veces con el amor romántico que hace unas décadas se concebía como el amor verdadero. Mucha gente piensa que para que el amor sea de verdad hay que tener apego hacia tu pareja, pero somos naranjas enteras y no necesitamos ni dependemos de nadie.

   Si te deseo en sentido de apego, deseo poseerte, eres mío o mía y no puedo dejarte libre, tengo que atraparte, tengo que manipularte para poder conseguirte. Es más, tengo que manipularme a mí mismo para poder engañarte y, así, atraparte. Cada día, en nuestra relación o en otras, vemos aspectos de este tipo, aunque las propias personas no sean conscientes de ello.

   Esta relación de amor-apego se relaciona con la de seguridad-inseguridad. Mientras que el amor se basa en la seguridad, el apego se asienta en el miedo. El miedo al abandono genera ansiedad, el querer acaparar a la otra persona, el exigir disponibilidad total, en definitiva, el riesgo de no respetar la libertad del otro.

   Por eso tenemos que intentar que nuestras relaciones estén basadas en el amor, en la confianza y en la comunicación más que en el apego, en la dependencia o en la coerción de libertad.

El sentimiento de Culpa

   El sentimiento de culpa tiene que ver con mis creencias y mis percepciones de forma que me sentiré culpable cuando lo que he hecho no se corresponda con la idea que tengo yo de hacer las cosas como creo que deben hacerse.

Diferencia entre sensación, emoción y sentimientos 

   A lo largo del artículo hemos estado hablando sobre sensaciones, emociones y sentimientos y muchas veces no sabemos las diferencias entre ellos, incluso hablamos como si fueran los mismos términos. Yo no soy muy partidario del debate teórico sino más bien de la aplicación práctica y de cómo nos pueden ayudar, las llame como las llame. Al fin y al cabo, lo que cuenta es que yo me sienta mejor conmigo mismo y con los demás y da igual si lo llamo emoción, sentimiento o sensación.

   Pero como pequeño apunte realizaré una mínima diferencia entre ellos: todos ellos son patrones de respuesta emocional que nuestro cuerpo genera y todos ellos llevan consigo información para satisfacer nuestras necesidades. Es decir, que sea lo que sea, son reacciones que produce nuestro cuerpo y con ellas nos informa de lo que diferentes situaciones suponen o significan para nosotros.

  • Las sensaciones dependen más de cómo nuestros 5 sentidos reaccionan ante variaciones que se producen en nuestro entorno. También pueden referirse a la esfera afectiva (ganas de llorar) y a la intelectual (sentirse perdido).
  • Las emociones se refieren más a estados afectivos o reacciones ante el ambiente acompañadas de cambios orgánicos influidos por la experiencia.
  • Los sentimientos se refieren más a conceptos globales de cómo nos vemos a nosotros mismos y a nuestra vivencia corporal sentida.
   Como ejemplo gráfico pongamos que, en un concurso sobre diferentes proyectos, dicen mi nombre y me otorgan el primer premio: seguramente tenga una sensación de querer reír o llorar de alegría, también me surgirá una emoción de alegría al recoger el premio mezclada con una de tristeza al dar los agradecimientos y acordarme de alguien que contribuyó en el proyecto que falleció hace poco. Durante el próximo año me acompañará un sentimiento de satisfacción y alegría por haber recibido el premio y saber que todo el trabajo realizado mereció la pena y así lo apreciaron. 

Fábula sobre las emociones

   A continuación te dejo un enlace sobre un cuento / fábula que cuenta una bonita historia sobre qué ocurrió cuando las emociones decidieron un día jugar al escondite: Fábula sobre las emociones.

Autor:

David Gómez
Titulado Experto en Inteligencia Emocional, Coach Personal y Ejecutivo, y apasionado de la Psicología y de cómo ser más felices cada día.







jueves, 11 de junio de 2020

2° mitad del 2020 - Guías y Consejos






Los arquetipos según Carl Gustav Jung



Un resumen sobre los arquetipos que describió el psicólogo C.G. Jung.





          Es conocido el interés con el que los primeros psicoanalistas intentaron retratar los mecanismos por los que el inconsciente afecta en nuestra manera de pensar y actuar. Estas explicaciones suelen centrarse en los individuos y, en el caso de la teoría de Sigmund Freud, servían para explicar la naturaleza de ciertas patologías mentales.
          Sin embargo, hubo un investigador que se esforzó por ir mucho más allá de las funciones fisiológicas que explican el comportamiento del individuo. Carl Gustav Jung transportó el psicoanálisis a un plano en el que los fenómenos ancestrales que se producen a nivel colectivo en las diferentes culturas y sociedades dan forma a nuestra manera de ser. Y lo hizo a través de un concepto llamado "arquetipo".


¿Cómo se originó la idea?
          Jung creía que para entender el inconsciente debía de llevarse su teorización a un terreno que trascendiera las funciones de un organismo (en este caso, el cuerpo humano).           Por eso, desde la teoría de Carl Jung se entiende "lo inconsciente" que habita en nosotros como una composición de aspectos individuales y colectivos. Esta parte secreta de nuestra mente tiene, por así decirlo, un componente heredado culturalmente, una matriz mental que da forma a nuestra manera de percibir e interpretar las experiencias que nos ocurren como individuos.


Los arquetipos y el inconsciente colectivo
           Los arquetipos son la forma que le es dada a algunas experiencias y recuerdos de nuestros primeros antepasados, según Jung. Esto implica que no nos desarrollamos de manera aislada al resto de la sociedad, sino que el contexto cultural nos influye en lo más íntimo, transmitiéndonos esquemas de pensamiento y de experimentación de la realidad que son heredados.
          Sin embargo, si centramos la mirada en el individuo, los arquetipos pasan a ser patrones emocionales y de conducta que tallan nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones como un todo con sentido. De alguna manera, para Jung los arquetipos se acumulan en el fondo de nuestro inconsciente colectivo para formar un molde que le da significado a lo que nos pasa.
          Los símbolos y mitos que parecen estar en todas las culturas conocidas son para Carl Gustav Jung una señal de que todas las sociedades humanas piensa y actúa a partir de una base cognitiva y emocional que no depende le las experiencias propias de cada persona ni de sus diferencias individuales que le vienen de nacimiento. De este modo, la propia existencia de los arquetipos sería una evidencia de que existe un inconsciente colectivo que actúa sobre los individuos a la vez que lo hace la parte del inconsciente que es personal.


¿Cómo se expresan los arquetipos?
          Los arquetipos de Jung son, de alguna forma, patrones de imágenes y símbolos recurrentes que aparecen bajo diferentes formas en todas las culturas y que tienen una vertiente que se hereda de generación en generación. Un arquetipo es una pieza que da forma a una parte de este inconsciente colectivo que es en parcialmente heredado.
          Por definición, dice Jung, estas imágenes son universales y pueden ser reconocidas tanto en manifestaciones culturales de distintas sociedades como en el habla, el comportamiento de las personas y, por supuesto, en sus sueños. Esto significa que pueden localizarse y aislarse en todo tipo de productos del ser humano, ya que la cultura afecta a todo lo que hacemos incluso sin darnos cuenta.
          Los arquetipos junguianos son, para ciertos psicoanalistas, aquello que hace que ciertos roles y funciones aparezcan en productos de la cultura tan distintos como La Odisea y la película Matrix. Por supuesto, la existencia de los arquetipos va mucho más allá de la crítica del arte y habitualmente es utilizada por algunos terapeutas para detectar conflictos internos entre el inconsciente y la parte consciente de la mente.


¿Existen tipos de arquetipos?
          Sí, hay ciertas formas de clasificar los distintos arquetipos. Por ejemplo, existen eventos arquetípicos como el nacimiento o la muerte, temas arquetípicos como la creación o la venganza, y figuras arquetípicas, como el viejo sabio, la virgen, etc.





Algunos ejemplos de arquetipos
          Algunos de los principales arquetipos son los que enumeramos a continuación:


1. Ánimus y Ánima
          El Ánimus es la vertiente masculina de la personalidad femenina, y el Ánima es el arquetipo de lo femenino en la mente del hombre. Ambas están relacionadas con las ideas que sea asocian a los roles de género.


2. La Madre
          Para Jung, el arquetipo de la Madre nos permite detectar conductas e imágenes relacionadas con la maternidad tal y como la han ido experimentando nuestros ancestros.


3. El Padre
          El arquetipo del Padre representa para Jung una figura de autoridad que ofrece una guía sobre cómo vivir la vida basándose en su ejemplo.


4. La Persona
          El arquetipo de la Persona representa la vertiente de nosotros mismos que queremos compartir con los demás, es decir, nuestra imagen pública.


5. La Sombra
          Al contrario de lo que pasa con la Persona, la Sombra representa todo aquello de nosotros mismos que queremos que permanezca en secreto, porque es moralmente reprobable o porque es demasiado íntimo.


6. El Héroe
          El Héroe es una figura de poder que se caracteriza por luchar contra la Sombra, es decir, que mantiene a raya todo aquello que no debe invadir la esfera social para que el conjunto no se vea perjudicado. Además, el Héroe es ignorante, ya que su determinación le lleva a no pararse a reflexionar continuamente acerca de la naturaleza de lo que combate.


7. El Sabio
          Su papel es revelarle al Héroe el inconsciente colectivo. De algún modo, el arquetipo que recibe el nombre del Sabio arroja luz sobre la senda del Héroe.


8. El Trickster
          El arquetipo del Trickster, o el embaucador, es el que introduce las bromas y la violación de las normas preestablecidas para mostrar hasta qué punto las leyes que explican las cosas son vulnerables. Pone trampas y paradojas en la senda del Héroe.




miércoles, 10 de junio de 2020

¿Qué es y para qué sirve la meditación?




Para las mentes más abiertas, la meditación es una práctica milenaria que permite dominar la mente y al mismo tiempo alcanzar un estado de conciencia plena. Para los más racionales, la meditación es una técnica que reduce el estrés y aumenta el bienestar general.
Diez beneficios que han sido demostrados a través de estudios científicos.

  1. Ayuda a aumentar la atención. La meditación incrementa nuestra capacidad para estar atentos y nos ayuda a centrarnos durante más tiempo en una tarea.
  2. Fortalece el sistema inmunológico. La práctica de la meditación eleva nuestro número de leucocitos y linfocitos, las células de la sangre que ayudan a luchar contra los virus y las bacterias.
  3. Reduce el impacto emocional del dolor. Las personas que meditan toleran mejor el dolor, porque las áreas de sus cerebros que responden al dolor se muestran menos activas.
  4. Relaja. La amígdala, el conjunto de neuronas responsable de la gestión del miedo, la ansiedad y el estrés, es más pequeño entre los meditadores. Esta circunstancia provoca una notable reducción de los niveles de estrés.
  5. Reduce en un 50% la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco. Los enfermos coronarios que practican meditación sufren la mitad de accidentes cerebrovasculares que aquellos que no la practican. Además la meditación reduce la hipertensión y los niveles de colesterol.
  6. Aumenta el grosor del cerebro. La meditación incrementa el volumen de materia gris en áreas relacionadas con la regulación de las emociones y el autocontrol, aumenta el grosor cortical en áreas relacionadas con la atención y refuerza la región del cerebro central (cingulado anterior) que regula el dolor.
  7. Retrasa el envejecimiento. Los meditadores muestran una mayor actividad de la enzima telomerasa, encargada del mantenimiento de los extremos de los cromosomas –los denominados telómeros –, lo que redunda en un retraso del envejecimiento celular.
  8. Aumenta tu autocontrol. La meditación ayuda a gestionar emociones negativas como la ira. Los meditadores tienen una mayor capacidad para encontrar el equilibrio y para mantener la calma en situaciones de estrés.
  9. Mejora tu vida social. La meditación fomenta la actividad de las neuronas espejo, lo que revierte en una mayor capacidad para sentir empatía y favorecer la creación de vínculos sociales. Además reduce sensaciones como la soledad y la angustia.
  10. Potencia la creatividad. La meditación genera claridad mental y emocional, despeja la mente y mejora la capacidad de concentración. Algunos meditadores aseguran que durante la meditación experimentan revelaciones e inspiraciones.