sábado, 11 de abril de 2009

Taller de Crecimiento: 4 Tu identidad (2)

Ahora ya sabes que el poder de tu iden­tidad es enorme, pero ¿qué pasaría si no estuvieras de acuerdo con tu propia identidad?, ¿Qué tal con la identidad de "soy gordo o gorda", "soy un enfermo terminal", "soy un metepatas" o “soy un fumador empedernido”? Nada agradable, ¿no?
Pues si conseguiste escribir justificaciones para ese tipo de identidades, tengo que decirte que, afortunadamente, estás equivocado. Y, mira que digo estás equivocado, y no te digo que eres un equivocado. Porque la diferencia entre ser y estar es abismal.

Cuando decimos ser esta­mos hablando de nuestra identidad, pero, cuando decimos estar, tan sólo describimos parte de nosotros, pero eso no es todo lo que somos.

La fuerza que ejercen las pa­labras sobre la construcción de nuestra vida, de nuestra propia identidad, es más grande de lo que te imaginas. Por eso debes cuidar tus creencias.

AUTOESTIMA

La autoestima es la clave más importante para lograr el éxito en los dife­rentes campos de nuestra vida.

Tener una alta autoestima implica:

1) Confianza en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los desafíos básicos de la vida, y...

2) Confianza en nuestro derecho a ser felices, al sentimiento de ser dig­nos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos.

Una de las principales fuentes de la angustia existencial es cuando nos valoramos a nosotros mismos con respecto a los demás.

La autoestima es un juicio definitivamente personal de dignidad que se expresa en las actitudes de uno hacia sí mismo.

Por un lado, la familia perfecta no existe. Siempre se presentan ciertos padecimientos neuróticos en el núcleo familiar: el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión, delirios de grandeza, etc. Por otra parte, al salir de casa nos topamos con una gran cantidad de personas; muchas de ellas también presentan cuadros neuróticos e incluso podríamos encontrar varios sicóticos.

Todas estas personas influyen o han influido de alguna manera en nuestra autoestima.

La auto estima lo que nos fortalece ante cualquier desafío.

Uno de los mayores errores que podemos cometer es valorarnos con respecto a otros. Hacerlo merma nuestra autoestima, genera ansiedad y dolor.

Las columnas que mantienen nuestra autoestima son dos: Autoeficacia y Autodignidad. La primera se refiere a la confianza que tenemos en el funcionamiento de nuestras capacidades men­tales como pensar, facilidad de palabra, cálculos matemáticos, cúmulo de conocimientos, etc. Por otra parte, la autodignidad se refiere a la seguridad de mi propio valor siendo una actitud afirmativa hacia mi derecho de vivir y ser feliz.

Existen varias estrategias para incrementar nuestra autoestima, sin embar­go, la más importante de todas ellas es creer en uno mismo.

¿Por qué necesitamos autoestima? Pues por una gran razón: el ser humano, pro­piamente humano, tiene conciencia (capacidad de discernir) y responsabilidad, y aquí la autoestima es fundamental porque es la única manera de mantener encendida por más tiempo la luz de nuestra conciencia que, para sorpresa de muchos, podemos apagar a voluntad.

¿Cuántas ocasiones sabes de antemano que aquello que vas a hacer está mal?, ¿o que no te conviene, o te hace daño? Muchas, ¿verdad? Entonces, ¿por qué a pesar de ello lo haces? Pues porque tú mismo puede apagar la luz de tu conciencia a voluntad

Pero, recuerda que la verdadera autoestima se fundamenta en ti mismo, no en los bienes materiales alrededor de tu persona.

La auténtica autoestima es una íntima experiencia que habita en uno mismo, y nadie en el mundo puede ni debe decirnos cuánto valemos.

Tú eres más grande que tus problemas.

La fuente principal de la autoestima es el Conocimiento. Quien más sabe, mayor autoestima experimenta.

Además, existen otras fuentes directamente involucradas en nuestra autoesti­ma: la integridad del Ser, la conciencia, la voluntad de ser eficaz y, muy impor­tante, "el distanciamiento estratégico". Entiéndase por distanciamiento estratégico la prudente e inteligente distancia que debe existir entre ti y tus problemas.

Repite siempre:

Yo Soy más grande que mis problemas

Escríbelo con letras grandes y colócalo en un lugar donde diariamente los puedas leer. Los resultados de esta autosugestión son for­midables.

El paso definitivo: iniciar la acción concreta para obtener los resultados.

"No subordine su conciencia a sus deseos".

"Acéptate tal cual eres". La autoaceptación es la clave del concepto. Está bien que siempre queramos mejorar, pero eso no implica sufrir por nuestro estado actual. Por supuesto que puedes cambiar. Recuerda que siempre puedes cambiar tu propia identidad, pero no padezcas por tu estado actual.

Y, sobre todo, no apoyes tu valía tan sólo en tu físico.

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